Syrah Rosé

El Syrah Rosé chileno se ha consolidado como uno de los estilos más expresivos dentro de los rosados del país. Se elabora en valles como Casablanca, Colchagua y Limarí, donde el clima mediterráneo con influencia costera permite obtener uvas con gran intensidad aromática y frescura.

En copa suele mostrar colores vivos, que van desde el rosa pálido hasta tonos más cereza. Aromáticamente es muy frutal, con notas de frambuesa, guinda ácida, granada y toques florales, acompañados en ocasiones por ligeras especias propias de la cepa. En boca combina acidez refrescante con un cuerpo medio, logrando un estilo sabroso y equilibrado, ideal para consumir joven.

En resumen, el Syrah Rosé chileno destaca por su carácter vibrante, aromático y versátil, siendo una de las expresiones más atractivas de la categoría rosé en el país.

Cabernet Sauvignon Rosé

El Cabernet Sauvignon Rosé chileno se elabora a partir de la cepa tinta más emblemática del país, reinterpretada en un estilo fresco y ligero. Se produce principalmente en valles como Maipo, Colchagua y Maule, donde las uvas alcanzan buena madurez, entregando rosados de color más intenso que otras variedades.

En nariz predominan los frutos rojos como frutilla, cereza y guinda, con sutiles notas herbales características del Cabernet. En boca muestra acidez marcada, cuerpo medio y un perfil jugoso, con mayor estructura que otros rosés, lo que lo hace versátil para acompañar desde aperitivos hasta platos más condimentados.

En resumen, el Cabernet Sauvignon Rosé chileno combina frescura y carácter, ofreciendo una versión distinta y atractiva de la cepa más tradicional del país.

Merlot Rosé R

El Merlot Rosé chileno se caracteriza por su suavidad y encanto frutal, ofreciendo un estilo accesible y muy agradable de beber. Se produce en valles como Maule, Colchagua y Rapel, donde el clima templado permite obtener uvas equilibradas que dan origen a rosados expresivos y redondos.

En nariz predominan los aromas de frutilla, frambuesa y cereza, junto a toques de durazno y flores suaves. En boca es fresco, con acidez moderada, cuerpo ligero a medio y una textura amable, lo que lo convierte en un rosé fácil de disfrutar y muy versátil en maridajes.

En resumen, el Merlot Rosé chileno destaca por su carácter frutal, suavidad y equilibrio, siendo una opción ideal para quienes buscan un rosado elegante y al mismo tiempo cercano.

Cinsault Rosé

El Cinsault Rosé chileno proviene principalmente de antiguos viñedos en el Valle de Itata, donde esta cepa ha encontrado un terroir ideal para mostrar frescura y delicadeza. Suelen ser vinos de estilo moderno, ligeros y muy aromáticos, elaborados a partir de una maceración breve que resalta la expresión frutal de la uva.

En nariz destacan notas de frutilla, frambuesa y cereza, acompañadas de matices florales y cítricos. En boca es vibrante, con acidez refrescante, cuerpo ligero y un final limpio y elegante, ideal para consumir joven.

En resumen, el Cinsault Rosé chileno se distingue por su frescura, sutileza y carácter auténtico, consolidándose como una de las expresiones más atractivas del sur del país en la categoría de rosados.

Garnacha Rosé

El Garnacha Rosé chileno, también conocido como Grenache Rosé, se inspira en los estilos mediterráneos y ha ido ganando presencia en valles como Colchagua, Cachapoal e Itata. Esta cepa, muy utilizada en la elaboración de rosados en Europa, entrega en Chile vinos vibrantes, aromáticos y con gran frescura.

En nariz predominan los frutos rojos frescos como frutilla, frambuesa y granada, junto a notas cítricas y florales. En boca es ligero, con acidez marcada, textura delicada y un final refrescante, ideal para quienes buscan un rosé al estilo provenzal, elegante y fácil de disfrutar.

En resumen, el Garnacha Rosé chileno destaca por su vivacidad, elegancia y perfil mediterráneo, consolidándose como una de las alternativas más modernas y atractivas dentro de los rosados del país.

Pinot Noir Rosé

El Pinot Noir Rosé chileno se elabora principalmente en valles fríos como Casablanca, San Antonio y Limarí, donde las condiciones climáticas permiten conservar acidez y aromas delicados. Esta cepa aporta vinos elegantes, sutiles y de gran frescura, ideales para quienes buscan un rosé refinado y de estilo clásico.

En copa, muestra colores pálidos que van del rosa claro al salmón. Aromáticamente destacan notas de frutilla, frambuesa, cereza y flores, con matices cítricos y herbales. En boca es ligero, fresco, de cuerpo medio y final limpio, resaltando la delicadeza y precisión características del Pinot Noir.

En resumen, el Pinot Noir Rosé chileno combina elegancia, sutileza y frescura, consolidándose como una de las opciones más sofisticadas y atractivas dentro de los rosados del país.