
Variedades con identidad…
El vino es un arte de infinitas variedades, cada una con personalidad propia, donde el color y aroma en cada copa revela una expresión única de la tierra, el tiempo y la pasión con que fue creado.
Tinto
El vino tinto se distingue por su carácter intenso y su riqueza aromática, donde predominan notas de frutos rojos y negros, acompañadas a menudo de matices especiados, tostados o terrosos según su crianza. Su color profundo refleja la esencia de las uvas tintas, mientras que su estructura, cuerpo y taninos le otorgan elegancia y complejidad. Es un vino versátil, capaz de transmitir la identidad del terruño y de realzar momentos únicos en cada copa
Blanco
El vino blanco se caracteriza por su frescura y elegancia, con aromas que evocan frutos cítricos, flores y, en algunos casos, delicadas notas minerales o tropicales. Su color brillante y luminoso refleja pureza y vitalidad, mientras que su ligereza y acidez equilibrada lo convierten en un vino versátil y cautivador. Cada degustación encierra la armonía entre naturaleza, tradición y arte enológico.
Rosé
El vino rosado destaca por su delicadeza y vivacidad, con tonalidades que van del rosa pálido al salmón intenso, reflejo de su frescura y juventud. Despliega aromas sutiles de frutas rojas, flores silvestres y notas cítricas, que seducen desde el primer instante..Su sabor equilibrado, ligero y afrutado lo convierte en una expresión refrescante y versátil del arte enológico, donde se fusionan la pasión, la técnica y la belleza del viñedo.